De padre Ara y madre Humana, Azael tuvo una infancia acomodada para ser mestizo, el trabajo de su padre con la Iglesia y su apariencia, casi indistinguible de la humana, le permitió disimular sus raíces en una Nocsant donde solo el Humano recibía respeto.
Su vida se vio estremecida cuando al terminar la Guerra Dividida su padre, Ameyro, es arrestado y ejecutado como informante de la facción insurrecta, la noticia toma por sorpresa a Azael quien veía a su padre como un fiel servidor de la Corona y de la Iglesia, la familia es condenada a arresto domiciliario y el sacerdocio comienza a comportarse de forma agresiva, ante esta situación deciden escapar del país, a los pocos días como por intervención divina ocurre un ataque de bestias masivo a la ciudad de Nocsant, Azael y su madre, Eva, aprovechan la oportunidad y huyen hacia Izania mientras Andras decide quedarse atrás, separando a los hermanos y dañando su relación para siempre, Azael no encuentra en sí el perdón para la desidia de Andras.
La historia comienza con el regreso de Azael a Lukono en contra de su voluntad, ahora es un mercenario con un solo objetivo: encontrar una cura para su madre enferma.